viernes, 3 de diciembre de 2010

Olisqueando

Que los olores traen a la memoria sensaciones, motivan conductas y despiertan recuerdos, es algo bien conocido. De allí que la industria de la perfumería sea sea quizás una de las mas antiguas en la búsqueda artificial de crear o alcanzar dichas sensaciones o estados de ánimo generalmente asociados a la conquista o para ser "mas troglodita aún", al instinto de preservación de la especie. Siempre he dicho que no me gusta usar perfume, considero que el hombre para ser bien macho. no necesita de odores especiales. La naturaleza nos ha dado aromas especificos "de especie" (valga la redundancia) para transitar por la vida y son esos olores la marca que contribuye a nuestra peculiar individualización. Distinto es "Oler a león" por falta de higiene, pues hay quienes confunden. Alguien me comentó una vez que a su paso por una calle, había un trabajador con la camisa y cara mojada de tanto esfuerzo, ella vió que la miraba con aquel matiz propio de quien devora con los ojos, a su nariz llegó aquel aroma a hombre sudado, entonces sintió en sus mejillas el calor propio de quien se sonroja y no por la mirada; sino porque, extrañamente, se sintió atraída por aquel aroma de macho alfa que aquel hombre expelía... Son las llamadas feromonas presentes en el sudor y en otras secreciones corporales. Si bien los científicos aún no se ponen de acuerdo , hay estudios que si han obtenido resultados positivos sobre la presencia de estas sustancias en los humanos. Es conocido el hecho que mujeres que viven en proximidad (ejemplo madre e hijas), tienden a ajustar sus períodos de ovulación, ello se debe a la presencia de una feromona. La androstenone, (none o anone), el androstenol (nol o anol) , la androsterona (rone o arone) y la sustancia llamadada copulins (cops), entre otras, son feromonas que estarían interviniendo en el comportamiento sexual de los humanos. Sin embargo, los estudios al respecto están recién comenzando.